San Juan y el  Misteri d'Elx

De cómo, con sincero amor, puede ser burlado el destino 

La identificación de Sixto con el personaje que encarnaba y con su ambiente resultaba ser algo más que una ilusión subjetiva, porque tal identificación llegó a constituirse en un verdadero símbolo ante los ojos de sus conciudadanos. 

Y así, cuando el destino estaba más confiado, cuando parecía el porvenir ya decidido, la misma pasión, el sincero amor que era garantía de continuidad, condujo a Sixto a darle un nuevo giro a su vida, situándole ante una dimensión específica y distinta de la realidad, la dimensión plástica.

Se citan, en la entrega de Sixto al Misteri, un ansia de realización total y un total impulso de autentificación. Y fue por aquí, precisamente, por donde empezó el juego decisivo. Buscando la autentificación del personaje que tiene encomendado, su personalidad y su situación en el contexto de la obra. Sixto descubre, en los versos arcaicos del Misteri otro misterio turbador que se llama poesía, el ignorado poder de la creación artística.