Ernest Contreras, Sixto

No es por azar que este libro une a las personalidades de Sixto Marco y de Ernest Contreras. Yo creo que aparecen juntas por obligación, por predestinación o por cualquier otra causa perentoria e insoslayable. Ambos han compartido largas controversias, horas difíciles y luchas incontables. Hubiera sido una monstruosidad que el texto crítico definitivo y definitorio sobre Sixto lo escribiera otra pluma que la de este magnífico escritor que es Contreras, personaje de agudas clarividencias, crítico

Iluminoso y riguroso, batallador que conoce como pocos el ácido y estimulante sabor de la lucha. Solo él podía escribir sobre Sixto, no sólo con privilegiado conocimiento de causa, sino también con la fuerza que no más puede ser conferida por una entrañable y áspera dialéctica entre dos talantes tormentosamente fieles a sí mismos.

transparente culto de la verdad, cualitativamente insólito y profundo.

Así, este libro desborda por sus dos lados humanos los límites académicos de una monografía de arte.

Cumpliendo brillantemente cuántos requisitos de técnica e informatividad son exigibles, es fundamentalmente una página viva de la historia del arte contemporáneo español, de sus peleas, de sus frustraciones y posibilidades, de su inadaptación y de su per- sistente vocación desalineando que busca integrarse en la sociedad, pero sin hacer concesiones de ningún tipo al desvelar las realidades referenciales.

Ésta es una feliz alianza de autenticidades, una reveladora confluencia de palabras e imágenes, el resultado de unas trayectorias admirables y llenas de sentido dentro del paisaje de nuestra cultura artística.

VICENT AGUILERA CERNI

Patricio Falcó, Sixto

El contenido de este libro es intencionadamente heterogéneo, indefinido, desigual. Desde el preciso momento de su concepción, este tipo de reportaje de incierta catalogación, fue considerado como un proyecto con vocación de ser dispensado —al igual que su protagonista— de la rutinaria tarea de clasificar. No se trata de querer mostrar los resultados de una supuesta indagación de los diferentes códigos referenciales de esos metalenguajes que de una u otra forma acaba utilizando todo interpret de la realidad —conjeturas tan incómodas, tan alejadas y tan difícilmente abordables que tanto podrían defraudar—, sino de una pretensión no tan arca-na, más elemental. En todo momento, Patricio Falcó ha tenido conciencia de su deseo deliberado de situarlo en esa zona neutral que existe entre los límites fronterizos de lo que se entiende por un libro de arte y de lo que se entiende por una biografía sensu stricto, lo que tampoco pretende ser. Se trata, como Enrique Cerdán Tato dice en su introducción, del propósito de grabar unos recuerdos, unas imágenes vagabundas o el inocuo líquido revelador de la metáfora. Se trata, en efecto, de levantar acta —aunque con cierta excitación, con voluntad de rigor— de las exigencias con que alguien ha tenido que entenderse para tan intinerario diverso y su realización.

Món de Sixto

El fill del tró, 100 años del nacimiento de Sixto Marco